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El 5G es la quinta generación de telefonía móvil que nos permitirá disponer de más ancho de banda, más capacidad en los dispositivos móviles y menor latencia (el tiempo que pasa entre el envío y la recepción de información). Además, el 5G ofrece una red más estable y de mayor alcance, con la que podremos lograr no sólo una mejor interconexión con los dispositivos móviles sino igualmente con otros elementos (electrodomésticos, coches, sistemas de seguridad) que también incorporaran esta tecnología.
Las principales diferencias entre el 4G y el 5G son dos: el aumento de la velocidad y la disminución de la latencia. En primer lugar, la tecnología 5G nos permitirá navegar por Internet a una velocidad mucho más elevada que en la actualidad, a alrededor de los 10000 MBps, lo que representa una rapidez 20 veces mayor que con el 4G.
En segundo lugar, con la utilización del 5G podremos transferir archivos con una latencia de entre 1 y 2 milisegundos, lo que representa una mejora de 60 a 120 veces menos respecto al 4G. Esta característica permitirá que nuestras interacciones (descargas, envíos, etc.) con Internet y la nube se conviertan en prácticamente instantáneas.
Actualmente, el 5G está disponible comercialmente en 38 países, entre los que destacan España, Estados Unidos, Países Bajos, Suiza, Reino Unido, Puerto Rico, Corea, Japón, Canadá, Brasil, China, Australia, Sur-África, Alemania, Noruega, Sucia, Finlandia e Italia. Para el año 2025, se espera que las redes 5G hayan alcanzado los 2.500 millones de suscripciones móviles.
En España, el 5G se empezó a desplegar en junio de 2019, justo un año más tarde que el primer lanzamiento comercial a nivel mundial, que sucedió en Finlandia en junio de 2018.
Como cualquier avance tecnológico, el desarrollo de las redes 5G suscita opiniones contrarias a su implantación, muchas de ellas relacionadas con las afectaciones que pueda provocar en nuestra salud. Nada más lejos de la realidad. El 5G emite radiaciones no ionizantes, como también lo hacen objetos tan comunes como el microondas, la radio o el secador de pelo.
Como cualquier avance tecnológico, el desarrollo de las redes 5G suscita opiniones contrarias a su implantación, muchas de ellas relacionadas con las afectaciones que pueda provocar en nuestra salud. Nada más lejos de la realidad. El 5G emite radiaciones no ionizantes, como también lo hacen objetos tan comunes como el microondas, la radio o el secador de pelo.
El 5G, además, lo hace ocupando una frecuencia del espectro electromagnético que ya existe, que es la del 4G, el Wifi o la TDT. Las redes 5G operan en una franja espectral alrededor de los 4GHz, que es equivalente a la radiación a la que estamos expuestos a diario con el Wifi de nuestras casas y oficinas.
El único posible peligro para la salud de las antenas 5G se daría si quisiéramos tocar una de ellas, debido al calor focalizado que emiten. Por este motivo, las antenas se instalan a una altura y distancias de seguridad mínimas reglamentarias que reducen al máximo la peligrosidad para cualquier persona.
Por lo tanto, con la llegada del 5G, que permite conectar a un mayor número de usuarios de forma más rápida y fiable, se realizan los primeros pasos en el camino de las ciudades inteligentes y al Internet de las Cosas. Esta tecnología nos permitirá estar conectados con absolutamente todo lo que nos rodea y de forma instantánea, revolucionando la manera como entendemos la transferencia de información en la actualidad.
Si estás pensando en mejorar su conectividad móvil, no dudes en entrar en contacto con nuestro servicio al cliente. Voiped cuenta con un equipo de expertos que dará respuesta a todas tus preguntas y se encargará de asesorarte para que tomes la decisión más adecuada.
feb. 01, 2021